Ojos s e p a r a d o s |
Ojos s e p a r a d o s
Así empieza esta historia en la que se descubrió
a un señor que tenía los ojos separados.
Pudo ser un verano en las colinas,
en el consultorio de un cronopio sospechoso
o en la hoguera donde arde una madre.
La rara avis era rara desde antes de llegar.
Pero era difícil separarse del sentimiento de lo fantástico
y descender al noble arte de la ciencia,
de las teorías de Noonan, Turner, Kobylinski
y Ehmke.
Ojos espaciados ampliamente con
párpados inclinados,
caídos o densos en forma de
capucha.
Y, sin embargo, la caricia más
profunda.
Who are you?
The
child has right from his birth to a name and to a nationality.
Me caigo y él me levanta.
Damos la vuelta al día en ochenta
mundos.
Le gusta tocar y comerse los
cuentos y lee con los dientes el piano.
Las sonidos salen de su boca, por
extrañamiento,
y quedan como por escrito gallina
una, a lo Cortazar.
Efectivamente, antropológico y
cósmico lector,
es el viaje al país de los
cronopios.
No hay comentarios:
Publicar un comentario