miércoles, 21 de marzo de 2012

En el Día Mundial de la Poesía, algo personal



Ojos   s  e  p  a  r  a  d  o  s
















 Ojos    s  e  p  a  r  a  d  o  s

Así empieza esta historia en la que se descubrió
a un señor que tenía los ojos separados.
Pudo ser un verano en las colinas,
en el consultorio de un cronopio sospechoso
o en la hoguera donde arde una madre.

La rara avis era rara desde antes de llegar.
Pero era difícil separarse del sentimiento de lo fantástico
y descender al noble arte de la ciencia,
de las teorías de Noonan, Turner, Kobylinski y Ehmke.

Ojos espaciados ampliamente con párpados inclinados,
caídos o densos en forma de capucha.
Y, sin embargo, la caricia más profunda.

Who are you?
The child has right from his birth to a name and to a nationality.

Me caigo y él me levanta.
Damos la vuelta al día en ochenta mundos.
Le gusta tocar y comerse los cuentos y lee con los dientes el piano.
Las sonidos salen de su boca, por extrañamiento,
y quedan como por escrito gallina una, a lo Cortazar.

Efectivamente, antropológico y cósmico lector,
es el viaje al país de los cronopios.

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